31.1.12

Montero Glez




¿Escribes siempre en el mismo lugar?
Mira, voy tomando notas en cualquier sitio, en un bar, en el descansillo de una escalera, en un banco, en la orilla de la playa, en un prostíbulo, en la puerta de la iglesia, en cualquier sitio, ya digo, pero para organizarlas, para ponerme a estructurar, tengo la manía de la cocina. Me gusta la cocina, sentir el chisporroteo de las sartenes, el pitido de la olla, el hervor del café, los olores, la calidez del horno. Siempre fue así, me críe con mujeres, siempre en la cocina y por eso vuelvo a mi infancia cuando escribo, pues en la cocina es donde me pongo a organizar el trabajo.

¿Escuchas música mientras escribes? Si es así, ¿qué tipo de música?
Siempre hay música en mi casa. De fondo, música de jazz,  también clásica. Django Reidhart, Horace Silver, Chet Baker, Parker, Monk, toda la pandilla. De música clásica me gusta Ravel, Debussy y Pau Casals.

¿Sueles llevar un horario estricto? ¿Cuál es la mejor hora?
No tengo horarios, no uso reloj. Cuando tengo hambre papeo y duermo cuando tengo sueño y escribo cuando tengo “el qué”.

¿Utilizas cuadernos para tomar notas o lo haces todo a ordenador? ¿Qué tipo de cuadernos?
Escribo a mano, siempre, hago siete borradores, a mano, luego lo paso a pantalla. Las notas las tomo en libretas. Antes las compraba de anillas, bolsilleras, de las de todo a cien. Ahora, que me lo puedo permitir, escribo en libretas encuadernadas. Me gustan las Moleskine.

Cuando estás muy metido en la escritura de un libro, ¿te cuidas a la hora de elegir las lecturas para que no te influyan?
Todo lo contrario, me cuido de elegir lecturas para que me influyan.

¿Hay algo concreto que no puedas/debas hacer mientras escribes? Alguna manía…
Me gusta fumarme un canuto pero cuando ya estoy dentro de la escritura, de lo contrario me disperso, quiero decir que no me fumo un canuto y me pongo a escribir. Cuando llevo un tiempo escribiendo, voy y me fumo un canuto pero no muy cargado. Y me concentra.

¿Tienes lecturas de descanso? En ese caso, ¿cuáles son?
Los tebeos, me gusta mucho lo que está haciendo Miguel Brieva.

¿Cómo es tu biblioteca personal? ¿Me la puedes describir?
Ocupa toda la casa. A veces pienso que el peso va a hundir el piso.

¿La tienes ordenada de alguna manera?
Sí, para que me quepan los libros los tengo por tamaños, por colecciones. Me lo sugirió mi amigo Luis Alberto de Cuenca, para ganar espacio.

¿Eres fetichista con el libro como objeto?
No, utilizo los libros pero no al contrario, no permito que los libros me utilicen a mí. Es más, de vez en cuando hago limpieza y regalo cajas de libros a gente lectora.

¿Qué casa de escritor te hubiera gustado visitar o has visitado y te ha fascinado?
La de Mario Muchnik está llena de tesoros.

¿Te molesta que se doblen las páginas, que se arrugue el lomo al abrirlo demasiado, subrayas, anotas en sus páginas…?
Subrayo, marco e incluso las despego y me las guardo en el bolsillo para releerlas.

¿Tienes algún tesoro en tu biblioteca? Primeras o raras ediciones, dedicatorias…
Tengo libros dedicados, un mueble lleno de libros dedicados. Son los únicos que no presto. Si alguien quiere leer alguno que venga a mi casa y lo haga. Ahora mismo estaba leyendo una edición primera de El camino de Buenos Aires de Albert Londres, un libro difícil de encontrar y que me han regalado mis amigos Evita y Oriol. Andaba detrás de él y no lo encontraba y mis amigos me lo consiguieron en Argentina. Aprovecho para agradecérselo públicamente.

¿Tienes algún rincón especial en tu casa para leer? ¿Es distinto al lugar en el que escribes? ¿Por qué?
Leo en la terraza, tengo una hamaca, también leo en la playa, leo tumbado. Por la noche leo en la cama. 

¿Lees poesía? En ese caso, ¿necesitas hacerlo en algún sitio o de un modo especial?
Leo de todo, por leer leo hasta periódicos, mira tú.

¿Sueles acudir  a bibliotecas? En ese caso… ¿me recomiendas alguna en especial?
Sí, claro, cuando llego a un pueblo visito su biblioteca. Me gusta la biblioteca Arus de Barcelona. La biblioteca anarquista. Cuando voy a Barcelona me paso el tiempo allí.

¿Me podrías hacer un canon de libros?
No, no soy canónico.

¿Hay algún clásico con el que, por alguna razón, no hayas podido?
Sí, el Marcel Proust, sólo me leí el primer volumen. Una mariconada.

¿Qué clásico que sabes que vas a disfrutar no has leído aún?
Un clásico de novela policiaca que me está esperando. Se titula Los amigos de Eddie Coyle y es de George Higgins. Lo acaba de publicar Asteroide y su editor, Luis Solano, mi amigo el astronauta, me lo acaba de regalar por reyes.

¿Hay algún tipo de libros que nunca leerías?
No, no tengo prejuicios pero eso sí, si no me gustan los dejo o los tiro al mar.

¿Cuándo viajas escribes?
Claro, pero sobre todo leo que es lo que me gusta.

¿Te has encontrado alguna vez en un mercadillo o librería de viejo alguno de tus libros? ¿Qué sentiste?
Sí, me alegra que estén a bajo precio pues uno escribe para ser leído y cuando no me prohíbe la censura o el boicot que llevo sufriendo desde que comencé a publicar, entonces me los prohíbe el precio. Por lo mismo me alegra verlos a precios bajos.

¿Has coincidido alguna vez con alguien por la calle o en el metro, leyendo uno de tus libros?
Una vez, en la estación del AVE, en Sevilla, un chaval leía Manteca colorá. Pasé de largo y me metí a comprar el periódico. Cuando salí me estaba esperando. Se lo dediqu´e. No se me olvidará en la vida,. Se llama Alberto y esperaba un tren para ir a Cádiz, me dijo. Menudo subidón.

¿Libro en papel o digital? ¿Tienes Kindle o algún tipo de lector electrónico?
Papel, el tacto es muy importante para mí. No tengo Kindle pero si me regalas uno pues chachi. Así te cuento.

3 comentarios:

Hugo Izarra dijo...

Maravillosa.
Cada día me gusta más Montero.
El escritor, y el personaje.

PUNTA DEL MORAL APARTAMENTO EL ESPIGON dijo...

Me encanta Montero igual que a Hugo, como escritor y persona,
http://manualidadespetro.blogspot.com/

Alex Moreno dijo...

Yo que tengo todos tus libros ya me gustaría que me los firmaras. Pero no es plan ir cargando el fardo por todas las estaciones de ferrocarril. Ya te encontraré cuando vaya a Cádiz. Palabra!