30.6.10

Etapa de regresión

Debo ser de las pocas personas que aún continúa disfrutando de tardes enteras grabando cintas. Ordenando canciones, rebobinando, volviendo a grabar tras haber cortado bruscamente un final, y calculando si me queda suficiente espacio para un tema más. Afortunadamente, ya no me queda espacio. Así que voy a rebobinar estos tres ultimos meses. Ha llegado la hora de comenzar a grabar un disco nuevo . Este es el momento perfecto para quitar el plástico con la uña. Voy a estrenar una cinta. Se acabó el ir hacia atrás.

Otro caso más para César Millán

Andrés y Sebastián son pareja desde hace 15 años. Viven en un viejo chalet a las afueras de Madrid. Han llamado a César Millán porque tienen un problema con su mascota. Para la ocasión, han decidido vestirse como lo hacen habitualmente: los dos llevan el mismo atuendo. Sólo cambia la talla, ya que Sebastián ha perdido últimamente mucho peso gracias a una dieta a base de Bimanán. Pantalón verde caqui con bolsillos, zapatillas de deporte naranjas, y camiseta negra con un motivo tropical. El encantador de perros llama al timbre y en seguida la pareja sale a recibirle. Ante las cámaras, le exponen su caso: desde hace un par de años, el Husky camaleón que se compraron en Siberia durante una fiesta regada con alcohol y algo de ácido, ha dejado de cambiar de color. César Millán observa al perro. Lo pasea por distintos escenarios comprobando que, efectivamente, el perro no cambia de color, y, desorientado, decide hacer una pausa. Andrés ofrece café. Sebastián lo prepara. Andrés se lo echa encima, corre a su dormitorio a cambiarse de ropa, el perro le sigue, Sebastián también. Vuelven los dos con una camiseta azul, César espera a que el perro aparezca, pero desgraciadamente, su pelo sigue sin cambiar de color.

29.6.10

Hechos reales

Estoy escribiendo el guión para un corto que quiero empezar a grabar el lunes. Se llama Hechos reales, y ya he conseguido casi todo lo que me hacía falta: equipo, cintas, tiempo... sólo me queda encontrar algunos actores. Tengo cuatro.